El cuarto don es el don de consejo. La presencia del Espíritu Santo en la persona permite ver con una luz clara aquello que conduce a Todopoderoso. Cuando el Espíritu habita en el corazón hace que la conciencia se vuelva cada vez más sensible a aquello que no coincide con el ser de Alá. Donde hay mucha candil, los puntos negros se hacen eviden